De nuevo
hay que lamentar la muerte de una mujer transexual en Turquía, esta vez
apuñalada hasta la muerte en su propio domicilio. Residente en la provincia
costera de Kusadasi, Dora Oezer contaba tan solo con 24 años de edad y es la
última víctima de una violencia que hacen de Turquía el país miembro del
Consejo de Europa con mayor número de crímenes de odio contra las personas
transexuales.
El cadáver
de Dora fue encontrado por su compañera de piso la noche del pasado 9 de julio.
No han faltado las voces que tratan de justificar miserablemente el asesinato
acusando a la víctima de ser prostituta, comentando las frecuentes entradas y
salidas de hombres de su domicilio. Precisamente la situación extremadamente
precaria de estas mujeres las aboca en muchas ocasiones al ejercicio de la
prostitución, muchas veces obligadas por sus propias familias. A ello se suma
la prohibición de que puedan ejercer su trabajo en prostíbulos regulados, por
lo que su indefensión es absoluta.
Richard
Köhler, de Transgender Europe, ha declarado que “por desgracia, Dora no es un
caso excepcional, el asesinato de personas transexuales en Turquía es
sistemático, incluso se puede hablar de una masacre de personas transexuales”.
Asociaciones de defensa de los derechos LGTB también denuncian la utilización
del llamado “pánico transexual” como defensa en los juicios contra los
agresores de estas mujeres.
Aunque la
policía informa de que ha abierto una investigación en el caso de Dora, tampoco
es infrecuente que sean las mismas fuerzas del orden quienes acosen e incluso
extorsionen a las mujeres transexuales. Un ejemplo es la agresión a un grupo de
activistas del colectivo Pembe Hayat, que recogimos en 2010. Y en marzo de este
mismo año informamos de la muerte de otra mujer transexual tras recibir una
brutal paliza a manos de la policía. También son frecuentes las redadas y
detenciones arbitrarias cuando hay intereses urbanísticos de por medio.
Una
encuesta hecha hace pocos años a 104 mujeres transexuales reveló que el 89% de
ellas habían sido víctimas de violencia en dependencias policiales. Turquía
ocupa el primer lugar entre los 47 países miembros del Consejo de Europa, y el
séptimo en el mundo, por el número de homicidios motivados por el odio
transfóbico.
Info: dosmanzanas.com
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